viernes, 11 de junio de 2010

Tips para contar una buena historia

¿No les ha pasado que se preguntan: por qué a fulano todos le ponen atención cuando cuenta sus historias y a mi no? Cierta vez me puse a reflexionar sobre eso porque definitivamente en cualquier parranda es bueno captar la atención de los borrachos para ganarse su afecto y sus favores -y más si dichos borrachos son insignes personas que conviene tener como amistades-.

Una de las cosas que considero básica al contar una historia es el tema, si uno define demasiados temas sobre los cuales hablar en la historia, terminará perdiendo la atención de sus escuchas. Si les cuento una historia sobre lo curiosamente inteligente que es el perro de mi vecina, no debo perderme hablando de su vida familiar o de lo buena que está mi vecina (a tal caso, mejor debería cambiar el tema de mi relato por lo rica que está ella). De aquí llego al siguiente punto que es encontrar el tema que interese a mis escuchas. A unos borrachos sedientos de historias sexuales les aburrirán los cuentos moralistas, de la misma manera que mis tías mojigatas perderán el interés sobre un tema donde yo detalle la redondez de las tetas de mi vecina (y dale con la vecina).

Otra parte importante de contar historias es el timing o ritmo de la historia. Si es demasiado lenta los borrachos se quedarán dormidos, si es demasiado rápido se perderán y vomitarán. Curiosamente a veces contar una historia lenta es bueno, como cuando debemos detallar hechos que ocurrieron y que interesan a los escuchas... sí, volviendo al ejemplo de mi vecina, podría yo alentar el ritmo del relato si les quiero explicar cómo fue que comenzó ella a desnudarse, jeje.
Otra penúltima cosa es el sabor emocional de la historia, si es comedia, drama, suspenso o acción, debe tener todos los ingredientes propios del estilo que desea abordar y no ser una mezcla tutti frutti que no estimule.

Ya para terminar dejo lo mejor: una historia siempre debe tener un final que justifique todo lo contado anteriormente, de lo contrario uno dirá: ¿tanto para eso? Recuerden todas esas peliculas donde el ritmo, la trama o el sabor no fueron tan buenos durante el desarrollo pero el final fue tan conciso, puntual, satisfactorio e ingenioso que nos dejó la percepción de que vimos una buena película a pesar de sus deficiencias. Para tomar en cuenta cuando contemos una historia.

Recuerden, hay que terminar siempre con un comentario que resuma y sirva de epílogo a lo contado. Algo así como una moraleja breve que sirva como cereza del pastel o un comentario ingenioso que los sorprenda.

Bueno, les dejo los tips, bye!!!